En un momento en que la recuperación económica intenta viajar por todo Occidente, el grado de optimismo depende del país asolado por la crisis.
Mientras prácticamente la mitad de los ejecutivos de todo el mundo (48%) cree que sus negocios crecerán en 2011, sólo el 31% de sus homólogos españoles comparte esa impresión. Es decir, que siete de cada diez presidentes y consejeros delegados españoles asume que, pese a las esperanzadoras previsiones del Gobierno, el recién estrenado año seguirá sin brindar buenas noticias.
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http://www.expansion.com/2011/01/26/empresas/1295999372.html
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